lunes, 2 de abril de 2007

Sonó el hitazo de este verano


El Sub 20 le clavó hasta la sombrilla a Venezuela, en una noche mágica del Loco Mouche. Tocalli encontró el equipo y ahora quedó a un paso de la clasificación.


Curioso este verano 07... Por primera vez en mucho tiempo, no hay una canción que esté rebotando hasta el hartazgo en la arena. En cambio, sí hay un hit, instalado, pero que pertenece a una publicidad de celular. Así y todo, esa melodía es el hitazo del verano. Y los pibes de Tocalli, cuando había serio riesgo de que quedaran incomunicados para siempre en este Sudamericano, hicieron sonar la más maravillosa música, la del buen fútbol y los goles. Justo a tiempo.


Los locos festejos de Pablo Mouche, clavando el banderín como si fuera la sombrilla, y del Enano Moralez, luciendo un lentes 3D, haciendo rostro en la esquina (del córner), no fueron otra cosa que el decorado a dos golazos y un adelanto de la goleada. Y un desahogo. Porque el Sub 20 necesitaba, por primera vez, convencerse de que podía. De que el opaco debut con Ecuador y la traumática derrota con Colombia habían sido dos accidentes. Y ese cambio de mentalidad empezó afuera y terminó adentro. El técnico metió mano, cambió algunas figuritas y el dibujo. El 3-1-3-1-2, más allá de parecer una fórmula matemática, fue una fórmula de buena circulación y control. El flaquito Di María le dio el oxígeno y la fineza que no había. Y el Loco Mouche, además de gol, aportó un ímpetu que contagió a todos. En fútbol, primero hay que tener claras las cosas en la cabeza para que esa idea baje a los botines. Nunca al revés.


El bombazo de Mouche en el 1-0 fue fundamental. Pero también fue consecuencia de una búsqueda incesante del pibe de Boca, que ya había avisado con otros dos zurdazos. Ese primer grito tranquilizó y confirmó que el camino elegido era el correcto. Hubo cinco minutos de bache, como le ocurrió al equipo en los dos primeros partidos. Sin embargo, los pibes pasaron la prueba: enseguida recuperaron la pelota y fueron por más. Mientras Venezuela apostaba al roce, Cahais y Mercado seguían cerrando los caminos. Y Banega seguía demostrando que tiene un mapa en la cabeza. Y un minuto después de que el árbitro se había comido un penal a Moralez, una buena combinación entre Di María y Mouche originó el segundo del Loco. El tercero, en ese muy buen primer tiempo, también llegó con la pelota al ras del pasto, con los ojos bien abiertos. Di María, Banega, Moralez, golazo, todo de primera.


El segundo tiempo vino bien para estirar la diferencia con otro golazo de Mouche, uno de Sosa y otro de Di Santo y para que los venezolanos se hicieran expulsar. El Sub 20 encontró el camino. A tiempo.


CIUDAD DEL ESTE