lunes, 2 de abril de 2007

"Ojalá que sea como en el Mundial 90"


Los dueños del gol saben que Brasil, el rival de hoy a las 22, llega mejor. Pero apelan a la gesta de Diego y Cani para creer en un triunfo.


Desde hace dos fechas, gol se dice Argentina. Se dice Mouche, en versión venezolana. Se dice Sosa, con garantía de uno por juego. Desde el destape post caída ante Colombia, Tocalli tiene material en el primer piso del Hotel Intercontinental como para hacerle parda a los chaperos Pato, Luiz Adriano (jóvenes héroes del Inter campeón mundial) o Lima. La Selección acumula nueve gritos en los últimos dos partidos, e Ismael Sosa (dos) y Pablo Mouche (tres) le pusieron el sello a la mayoría. Por eso, en trío con Maxi Moralez (actuará más adelantado) atacan a su estilo, encarnan la esperanza de un triunfo sin respeto al Mercosur, con un antecedente top como espejo, y la página vacía esperando por una historia púber que sueña en grande.


—Se les abrió el arco, y a ustedes más que a nadie, se entienden bien...

—Mouche: Es una suerte, lo que rescatamos es al equipo, que al fin apareció.

—Sosa: Sirvió para la confianza, un delantero se fortalece con goles.


—Y justo viene Brasil...

—M: Va a ser difícil. En la Argentina van a estar todos pendientes de este partido, vamos a jugar como lo hicimos con Venezuela y el primer tiempo con Uruguay, esperemos que todo nos salga bien.

—S: Se siente el cosquilleo, todos sabemos lo importante del partido.


—Ellos tienen como bandera el jogo bonito. ¿Argentina mostró algo de eso en este torneo?

—M: No sé si jogo bonito, pero jugó al fútbol. Contra Venezuela lo sostuvimos los 90 minutos; contra Uruguay, 45. Capaz que el cansancio y las desconcentraciones opacaron el último partido. Hay que insistir, ahora se empieza de cero.


—¿Brasil tiene ventaja al haberse clasificado primero y cómodo?

—S: No, no, nada que ver. Acá el objetivo era pasar a la siguiente fase. Con susto, pero se logró. Y acá cada uno va a tener que dejar todo para clasificarse.


—¿Es beneficioso o perjudicial que el clásico sea en el primer partido?

—M: Es más conveniente porque tuvimos tres días de descanso y para este partido tan especial pueden ser importantes.


—¿Les molesta que ellos lleguen como favoritos?

—M: Mejor. Nosotros, humildes, vamos a trabajar duro para que de Argentina hablen después.

—S: Nos quita presión.


—Como hinchas, ¿de qué clásico se acuerdan con más alegría?

—M: El del Mundial 90. Estaba en casa, mirándolo con mi familia. En el primer tiempo pensábamos que se nos venía la noche cuando nos peloteaban, pero después vino la jugada de Diego, la definición de Caniggia, el esfuerzo de todos los jugadores, fue bárbaro.

—S: Yo no me acuerdo tanto, teníamos tres años, ja. Uno siempre ve los Argentina-Brasil y es claro: hay que ganar como sea.


—Como en el 90, ellos parecen venir mejor, ¿se puede repetir?

—M: Ojalá que se repita, que sea como aquella vez.